Antonio Jurado Corrales, joven escultor y representante del pueblo gilenense por más de media Europa con sus impresionantes obras. Este artista nos ha concedido una entrevista a Dèjá Blog, todo un orgullo para nosotros. ¡¡Seguimos creciendo!!
P. Hola Antonio, gracias por acceder a esta entrevista.
R. Buenas, gracias a ustedes.
P. Para empezar ¿Cómo fue su inicio en la escultura?
P. Para empezar ¿Cómo fue su inicio en la escultura?
R. Durante tres meses tuve la suerte de poder disfrutar de una beca Leonardo en la ciudad portuguesa de Perô Pinheiro, es un pequeño pueblo cerca de Lisboa donde se encuentra un Centro Internacional de Escultura. Allí empecé a trabajar escultura en piedra de gran formato. El trabajo que desempeñé fue de ayudante de escultor, en estos tres meses trabajé con dos escultores portugueses y uno alemán para el “III Simposio al Aire Libre de Sintra”. Este fue mi primer contacto con el ámbito de los simposios. Me fascinó estar en contacto permanente con el resto de escultores, todo lo que se puede adquirir en cuanto a conceptos o técnicas, en definitiva el ambiente artístico que se vive durante el tiempo de la “competición”.
P. ¿Cómo describirías tu arte?
R. Para contestarte a esta pregunta, te adjunto el texto que me dedicó David Ruiz García, conservador de la Colección Museográfica de Gilena, para mi primera exposición individual que realicé en 2010 en la Escuela de Artes de Granada:
Tras la aparente simplicidad de las formas en su obra, el halo frío de los materiales empleados, las líneas sinuosas y la supuesta armonía de los colores que la caracterizan, no son más que una apariencia ilusoria de un mensaje reconciliador.
Falsa serenidad para llamar la atención sobre el anhelo de nuestra sociedad por superar ciertos acontecimientos que han marcado la memoria colectiva, como símbolo reconciliador intercultural.
A pesar de su joven edad, Antonio Jurado Corrales (Gilena. 1.984) es uno de los escasos artistas de su generación que gozan de un cierto reconocimiento en el ámbito de los simposios, siendo uno de los pocos que ha dedicado su trabajo, casi en exclusiva, a la escultura en piedra.
Uno de los temas principales de la obra de Jurado es el mestizaje, que marca con un sentido de armonía, ausentándose de elementos figurativos que distorsionarían el lenguaje conceptual de la pieza.
Sus producciones suelen hacer referencias a sucesos recientes, pero marcado por un lenguaje lleno de esperanza.
P. ¿Qué quiere transmitir con su arte?
R. Intento siempre preocuparme por temas de actualidad en mis obras, considero muy importante que el mundo del arte de nuestros días se ocupe de temáticas que atañen a la sociedad. Para mí, la escultura es la forma que he elegido de hablar libremente, de criticar o de expresar sentimientos.
P. ¿A quién quiere llegar?
R. La cultura a cuanta más gente llegue mejor. Hasta ahora no me he planteado incidir en un determinado público, pero sí me he opuesto a cobrar entrada por asistir a una de las exposiciones que hice. No considero ético cobrar por cultivarte culturalmente, la cultura debe ser un bien al que pueda acceder todo tipo de personas, si no es así, terminaremos por diferenciar entre una cultura elitista y otra para el resto de ciudadanos, eso no se puede permitir. Aunque claro, la última palabra siempre la tienen los museos, casas de cultura y galerías, que también tienen que mantenerse con cada vez menos apoyo por parte del estado.
P. ¿Cómo es el proceso creativo?
R. Cuando nace la idea, siempre intento plasmarla en papel o archivarla mentalmente. Ese primer dibujo, más conocido como boceto, es la base entorno a la cual va a girar el proyecto. Me gusta tener el boceto en papel y pasarlo a arcilla o plastilina, para pasar de las 2 dimensiones del folio a las 3 de la arcilla.
Con la idea plasmada en 3 dimensiones es mucho más fácil ver la obra dentro del bloque de piedra. En función de la escultura que haya diseñado, elijo el material, color o dimensiones. Este tipo de decisiones nunca son arbitrarias, ya que el material, el color y la forma son lenguajes independientes que hay que procurar conjuntar en un todo para que el resultado, lo que quiera contar, tenga armonía y llegue al espectador.
Una vez delante del bloque de piedra, podemos diferenciar el proceso de escultura en: Desbaste (elimino toda la piedra que sobra hasta acercarme a los volúmenes principales), modelado (doy forma a la escultura) y acabado (decido el juego de texturas)
P. El don de esculpir, ¿Crees que se nace con él o se va aprendiendo con el tiempo?
R. Todo o casi todo en esta vida se puede aprender. Lo que sí es cierto es que dependiendo para qué habilidad, necesitas una serie de condiciones. Al igual que yo no jugaré en la NBA (creo), una persona que no tenga paciencia o constancia, difícilmente podrá dedicarse a la escultura. Considero que el dibujo, la perspectiva o el modelado, son conocimientos básicos para crear buenas piezas.
En el siglo XXI, las nuevas tecnologías o la cultura de masas, hacen que el oficio de escultor adquiera nuevas dimensiones. Hoy no sólo vale saber manejar un cincel o un puntero, el diseño gráfico o el campo de las audiovisuales son conceptos casi obligatorios para dedicarse actualmente a la escultura.
P. ¿Cuál es su fuente de inspiración?
R. La inspiración es el reflejo de una sociedad aburguesada. Te explico; me quiero dedicar a este mundo y vivo al día de ello, así que la palabra inspiración la sustituyo por otra como constancia.
Cuando me planteo una temática, puedo basarme o no en la obra de algún escultor, por ejemplo, la obra que estoy moviendo ahora “Del concepto a lo tangible” tiene pinceladas de Henri Moore, Jean Arp o Constantin Brancusi, he podido tener estos referentes para adquirir conceptos o técnicas, enriquecerme de su arte en general.
Lo que conocemos como inspiración, no son más que estímulos que recibimos debido al estudio previo de una materia. Sin ese estudio, no llegarán esos momentos de lucidez a los que por error llamamos inspiración.
P. Has participado en numerosos simposios y exposiciones. ¿Cuál te ha resultado más difícil?
R. No creo que la dificultad sea la que bareme los concursos a los que he asistido. Al contrario, cuando estoy inmerso en este tipo de competiciones, lo que más hago es disfrutar. Cierto es que dependiendo de la dureza del material que trabaje o de la dificultad del proyecto presentado, pueda tener una serie de problemas que tengo que solucionar en un tiempo determinado, y eso sí que a veces te hace sufrir.
Puede que el más complejo haya sido el de Gdansk (Polonia) por el hecho de haber tenido que ir hasta allí en coche, o el de Sintra (Portugal) por el idioma, aunque con un buen mapa y un diccionario se llega a todos lados. En general te suelen tratar de maravilla en todos los simposios, no me puedo quejar.
P. ¿Crees que el ser de Gilena, te ha ayudado o influenciado de alguna forma en tu formación?
R. Por su puesto que sí. Gilena es un pueblo en el que uno de los motores de su economía es la industria de la piedra, eso siempre influye. Desde pequeño en las canteras con mi abuelo y después con mi padre en el taller, estaba escrito el que eligiera la piedra como medio de comunicación.
Una de las cosas más complicadas que tenemos las personas que nos queremos dedicar al mundo del arte es disponer de unas instalaciones óptimas. Por suerte, eso lo tengo en Gilena, aunque siempre se pueda seguir mejorando y adaptando a nuestros días, es algo que voy a aprovechar para seguir formándome y creciendo como artista.
P .Hasta la próxima y de nuevo gracias, un orgullo para este blog.
R. El placer es mío, un saludo.
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